La luxación del hombro se produce cuando la cabeza humeral se sale de la articulación, la misma puede requerir que un profesional la coloque nuevamente con maniobras específicas o en otros casos la articulación se luxa y vuelve a su lugar de forma espontánea manifestándose por dolor y dificultad para mover la articulación. El hombro es la articulación más inestable del cuerpo, su anatomía hace que la luxación sea una lesión frecuente. La estabilidad de la articulación está dada por estabilizadores estáticos (ligamentos y labrum) y estabilizadores dinámicos (músculos y tendones). Las luxaciones se pueden producir por traumatismos, situación muy frecuente en los deportes de contacto como en el rugby, o en otras ocasiones se pueden producir sin un traumatismo o por uno de baja energía, esto último está relacionado a la laxitud articular (más movilidad articular que lo normal) que tiene el paciente. Dependiendo de la edad, actividad deportiva y cantidad de episodios que haya tenido el paciente se escogerá el tratamiento más adecuado. En algunos casos como en pacientes mayores de 30 años con poca demanda el tratamiento conservador con rehabilitación y fortalecimiento es muy efectivo, pero en los casos que los pacientes son menores de 25 años o realizan una actividad física de alta demanda o de contacto, en la mayoría de los casos la cirugía es necesaria ya que de lo contrario existen más del 70% de posibilidades que el hombro se vuelva a salir. En la mayoría de los casos la técnica quirúrgica para esta patología es una artroscopia de hombro, para reparar el labrum y los ligamentos lesionados en la luxación. El desarrollo de nuevos instrumentales y el desarrollo de técnicas artroscópicas modernas han posibilitado que la artroscopia de hombro sea en la mayoría de los casos la mejor opción de tratamiento para la inestabilidad glenohumeral produciendo mínima invasión y grandes beneficios para el paciente.